En un entorno marcado por la velocidad del cambio y la transformación constante, la regulación se ha convertido en un factor clave dentro del ecosistema digital. Nuestra reciente cobertura sobre la Ley de Servicios Digitales (DSA) ponía el foco en los esfuerzos por regular el entorno online y reforzar la protección de los usuarios. A nivel internacional, otras normativas también buscan elevar los estándares de seguridad, tanto para empresas como para particulares. El análisis de estas iniciativas pone de relieve el delicado equilibrio entre innovación y control. Pero esto no es más que una parte de una historia mucho más amplia: la urgencia de diseñar marcos regulatorios capaces de seguir el ritmo —y anticiparse— al cambio digital.

El Reglamento de Resiliencia Operativa Digital (DORA) entrará en vigor el 17 de enero de 2025.
DORA representa un avance estratégico hacia una mayor seguridad, especialmente en dinámico entorno de las finanzas digitales. Supone un cambio de paradigma: pasan a desempeñar un papel clave como líneas de defensa frente a las amenazas tecnológicas En este análisis explicamos cómo DORA adopta un enfoque preventivo, marcando el tono de un futuro donde los marcos regulatorios lideran la carrera digital, estableciendo los estándares que darán forma a las industrias en plena transformación digital.
DORA en pocas palabras
A continuación, le presentamos las principales disposiciones del Reglamento DORA. Su impacto en las entidades financieras es considerable y merece ser tenido en cuenta:
1.Disponibilidad continua de los servicios
Las entidades financieras deben garantizar la prestación ininterrumpida de los servicios críticos, incluso ante fallos operativos o ciberataques. El objetivo es evitar interrupciones prolongadas que puedan afectar tanto a la organización como a sus clientes.
2. Estándares de ciberseguridad
DORA establece requisitos específicos en materia de ciberseguridad. Estos abarcan desde la protección de datos y los protocolos de respuesta ante incidentes, hasta medidas robustas de defensa frente a amenazas digitales.
3. Protección de datos
La gestión segura de la información sensible, tanto de clientes como de empresas, ocupa un lugar central en el reglamento. Las entidades deberán aplicar controles estrictos para evitar accesos no autorizados o filtraciones.
4. Gestión de riesgos con terceros
Las organizaciones tendrán que supervisar adecuadamente los riesgos derivados del uso de proveedores y terceros. DORA exige que estos también cumplan con elevados estándares de resiliencia operativa y seguridad digital.
5. Comunicación e informes obligatorios
DORA establece requisitos claros de notificación y comunicación. Las entidades deberán informar rápidamente a las autoridades competentes y otras partes interesadas sobre cualquier incidente cibernético o disrupción operativa. Esto fomentará la transparencia y una respuesta eficaz.
6. Evaluaciones de riesgo operativo
Las entidades estarán obligadas a llevar a cabo evaluaciones periódicas con el fin de identificar posibles vulnerabilidades en sus operaciones digitales. Estas revisiones permitirán anticiparse a las amenazas y responder con agilidad.
7. Planes de continuidad del negocio
DORA exige la creación de planes sólidos de continuidad para garantizar que los servicios críticos sigan funcionando durante crisis o interrupciones graves.
8. Pruebas y análisis de escenarios
Las organizaciones deberán realizar pruebas frecuentes y análisis de escenarios para evaluar su capacidad de resiliencia operativa. Así se identificarán posibles puntos débiles así como oportunidades de mejora.
Reforzar la seguridad digital con soluciones integrales, pensando en DORA
Dada la amplitud de los requisitos que impone DORA, integrar soluciones como la gestión corporativa de dominios, la protección de marca online y la defensa frente a riesgos digitales se convierte en una prioridad estratégica para el sector financiero.
Estas herramientas no solo se alinean con los marcos regulatorios establecidos por DORA, sino que también refuerzan la resiliencia operativa y la ciberseguridad en el entorno digital actual. Además, anticipan los estándares de seguridad que podrían extenderse a otros sectores en un futuro próximo.
Cómo “Banco A” garantiza la disponibilidad continua y una gestión de dominios de acuerdo a la normativa
El “Banco A”, firmemente comprometido con la disponibilidad de sus servicios, ha adoptado una estrategia sólida de gestión de dominios. Su enfoque incluye la monitorización continua, la implementación de medidas de seguridad DNS, la gestión de certificados SSL y la optimización de su portafolio de dominios. Gracias a estas acciones, la entidad refuerza su infraestructura, asegura el acceso fiable a servicios críticos, minimiza vulnerabilidades y mejora su resiliencia frente a ciberamenazas.
Cómo “Banco B” cumple con los estándares de ciberseguridad y gestión del riesgo según DORA
DORA fija estándares exigentes en materia de ciberseguridad. El “Banco B” ha puesto en marcha una plataforma de protección frente a riesgos digitales que monitoriza la dark web, detecta intentos de phishing y localiza posibles amenazas en tiempo real. Este enfoque proactivo permite al banco elevar su nivel de seguridad, cumplir con los requisitos regulatorios y reforzar su capacidad de respuesta operativa.

Cómo “Firma Financiera C” protege su marca y se alinea con los requisitos de DORA
La protección de los activos de marca es un componente clave dentro del marco de DORA, que promueve la integridad del entorno digital de las entidades. La “Firma Financiera C”, decidida a salvaguardar su presencia online, utiliza soluciones de protección de marca online que incluyen la monitorización de marcas registradas, dominios, aplicaciones móviles y redes sociales. Estas herramientas permiten detectar usos indebidos o infracciones, asegurando el cumplimiento de las políticas de uso de marca. Al proteger sus activos digitales, la entidad refuerza su resiliencia operativa.
Mitigación y gestión de riesgos digitales
DORA otorga un papel central a la evaluación y gestión de riesgos, con especial atención al ámbito digital. Las soluciones de protección frente a riesgos digitales son esenciales para identificar amenazas de forma temprana y mitigar proactivamente riesgos como accesos no autorizados o ciberataques.
En resumen…
El Reglamento de Resiliencia Operativa Digital (DORA) ha redefinido el marco normativo para las entidades financieras. Su cumplimiento no debe entenderse únicamente como una obligación legal, sino como una estrategia clave para garantizar la resiliencia operativa y la ciberseguridad.
Para avanzar en este nuevo contexto, las organizaciones deben asignar recursos estratégicos a áreas críticas como la gestión de dominios, la protección de marca online y la mitigación de riesgos digitales. Estas inversiones no solo permiten cumplir con DORA, sino que preparan a las entidades para un futuro digital más seguro y robusto.
Adaptarse es avanzar. Las instituciones financieras que adopten este enfoque estarán en mejor posición para desenvolverse con confianza en el panorama digital y marcar la pauta en materia de seguridad.